En estos días, cuando las conmemoraciones del Bicentenario permanecen aún frescas en nuestra memoria, celebramos el día de nuestro más popular símbolo nacional. Y lo mismo haremos con nuestra Independencia.
Sabemos que hay distintas maneras de conmemorar algo. Para este año del Bicentenario propusimos “Un pensar y un hacer”, como una construcción dinámica que nos permita realizar una mirada crítica de nosotros mismos.
Como parte de este ejercicio, cabe destacar la formidable oportunidad del mundial de fútbol, que desafía a los educadores, y nos desafía como sociedad, a preguntarnos por las ideas de pertenencia y de identidad. Nos invita a preguntarnos por aquello que nos hace formar parte de un colectivo social.
Es en este contexto que nuestros chicos y chicas de 4° año hicieron su promesa de fidelidad a la Bandera, en el escenario escolar pero también en el más amplio, comunitario, social, que ofrece la invitación municipal al reunir a todos los alumnos y alumnas de las escuelas de Morón. Contextualizar en la comunidad un ritual escolar tiene sin duda un valor agregado de testimonio de unas generaciones a otras y de pertenencia que excede claramente los límites de la escuela.
Que la alegría, la emoción y el respeto de nuestros chicos al cumplir con esta práctica sea sabiamente acompañada por los adultos que desde la escuela o desde el hogar lo entornamos. Seremos entonces capaces de asegurar una convivencia más respetuosa de las diferencias y un país más democrático y justo.