NetWard
La Revista del Colegio Ward
NetWard nació en el 2002, cuando nuestro país atravesaba tiempos muy difíciles. Decíamos entonces que nacía en la convicción de que "nuestra misión como educadores, y como escuela cristiana, es la de apostar fuertemente a la esperanza; es la de crear y viabilizar horizontes de posibilidad; es la de construir puentes y levantar barreras." Leer más...

Diversidad de voces
Editorial
En un año 2021 con elecciones de medio término, en una sociedad polarizada, conmocionada y hastiada por la pandemia del COVID19, como equipo directivo decidimos apostar a la tarea educativa en el terreno en el que puede dar frutos para una mejor vida en común.
Así, decidimos trabajar la problemática de la libertad de pensamiento y la pluralidad de opiniones en relación con los valores de la democracia: era el aporte significativo que podíamos hacer en un año tan difícil y con tantos desentendimientos e incomprensiones.
Ciertamente, vivimos tiempos difíciles para las democracias. Las búsquedas colectivas no logradas generan grandes insatisfacciones en un marco en el que quedan en primer plano las miserias personales, las partidarias o las mediáticas y se pierden los ideales de la democracia, la convivencia, el cuidado y el bien común.
Esta revista llegará a manos de nuestros lectores en 2023, año en el que este Colegio estará cumpliendo su 110° aniversario. Muchas décadas de trabajo orientado precisamente por un mandato fundacional en pos de la vida en democracia, el respeto de unos por otros y la paz fruto de la justicia, nuestro “Pax Orbis”. Redobla ello el desafío de cómo aportar a la educación ciudadana para este siglo convulsionado.
Suscribimos las palabras de Isabelino Siede en este número: “La escuela tiene (…) un desafío contracultural, que consiste en habilitar la reflexión sistemática sobre las condiciones que pueden garantizar la vida social, dando cabida a todos y cada uno”. Y citando a Carlos Cullen, agrega: “Enseñar a convivir justamente y a participar con entusiasmo es aprender a construir lo público, sabiendo que cuidar a otros es cuidarnos a nosotros mismos…”.
Es tarea de la escuela enseñar a escuchar y dialogar constructivamente, diseñar caminos de encuentro posible, puentes que atraviesen las murallas, en una perspectiva solidaria y consciente de que somos un todo en el que cada uno, cada una cuenta. Y que somos también uno con el planeta que habitamos.
Creemos que hoy, más que nunca, desde la educación es imprescindible revitalizar los valores cívico-democráticos en una perspectiva de democracia de alta densidad, la tolerancia, el pluralismo, la solidaridad, el diálogo y el respeto al diferente.
Para poder transformar nuestra sociedad y para ofrecer nuevos horizontes y contención a las nuevas generaciones.